No importa lo barato que tengas algo, siempre vendrá alguien a regatear

-Hola ¿tienes juegos de PC?
-Sí, son los que están en esa vitrina.
-Anda, tienes un montón... Ninguno tiene puesto el precio.
-Lo pone ahí, son a un euro.
-¿A un euro? ¿Todos? ¿En serio? Está muy bien.
-Sí, los juegos de PC se han devaluado mucho.
-Si me llevo cinco ¿que precio me haces?
-El mismo, son a un euro cada uno.
-¿Y si me llevo diez?
-Lo mismo, son a un euro, no puedo bajar más el precio.
-Pero diez son muchos juegos, podrías hacerme alguna rebaja.
-Mira, son juegos a un euro, ni el material con el que están hechos vale tan poco y como podrás imaginarte el margen que tenemos es ridículo. Lo siento, pero no puedo hacer ningún descuento sobre esos juegos.
-Vale, vale... ¿Y si te traigo yo otros juegos me los puedes cambiar?
-... -me quedo mirándole fijamente pero sigue esperando una contestación- ¡No! Si me traes juegos te los valoro, pero no te puedo cambiar uno por uno, ¿que ganaría yo en esa operación?
-Vale, vale... Pero si alguno no me gusta te lo puedo devolver ¿no?